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eBook | PDF | 5 páginas | español |
¡El problema fundamental: ¡cómo dejar de fumar!
Ante todo se debe aclarar que es un vicio psíquico, de la mente. No se ha podido demostrar hasta el presente un intermediario químico en sangre que fuera causante de dependencia farmacológica. Se comienza por lo general desde joven por imitación, curiosidad, por snobismo y luego se cae en brazos de la adicción; siendo difícil desprenderse de ella. Es un vicio idiota. Ya lo decía Richet catalogando como “homo stultus” (hombre estúpido) al fumador. El Doctor M. Fleury pudo agregar: “la naturaleza nos dio algunas necesidades, la civilización nos dio mil y la tontería humana diez mil, siendo el fumar la más tonta de todas”. La mentalidad del fumador como la del vicioso en general es infantil. Se basa en ilusiones de poder. De creerse superior al resto de los mortales. Es por dos palabras que se rigen: Suerte y Fuerte. Si juegan es porque ellos tienen más suerte. Y si fuman, beben o cometen otros desatinos es porque se creen súper fuertes. Hechos de un material especial. Superior y distinto al de los demás. Porque lo que a otros les pasa, jamás les va a pasar a ellos. Por eso pueden ver caer fortunas con el juego y siguen jugando porque ellos tienen suerte y los otros no. Pueden ver las consecuencias fatales del consumo de drogas, tabaco o alcohol sin inmutarse por creerse más fuertes que el resto de la humanidad. Y es con este concepto simplista, ingenuo hasta las lágrimas, que encaran la vida. Siendo que el resultado también rima y es Muerte. Física y económica. Un amigo mío decía: “yo cometo todo tipo de desarreglos y nunca los voy a pagar porque la suerte, la fortuna, la salud, la fuerza son mujeres y a mí no hay mujer que se me resista”. Lo pagó caro. La suerte lo abandonó y tuvo muerte económica. No era tan fuerte como creía y tuvo muerte física. El infantilismo de creerse con suerte y fuerte lleva inexorablemente a la muerte. Si algún observador extraterrestre nos contemplara no nos acabaría de comprender. Y en el informe a la gente de su planeta expresaría: “los humanos son ilógicos. Temen a la muerte y a las enfermedades. Sin embargo de los tres tipos dé alimentos que ingieren, envenenan al más vital. Pues sin alimentos sólidos pueden vivir hasta un mes, sin líquidos una semana. Pero sin aire, sin oxígeno, que es su alimento gaseoso, apenas unos minutos y sin embargo lo ensucian. Además aman el dinero que representa poder. Sin embargo pagan sumas altas para envenenarse. Si alguien propusiera a los terráqueos encerrarse en un recinto pagándoles por respirar aire contaminado con tabaco, casi ninguno entraría. Sin embargo, pagan, y buen precio, por hacerlo". Pero dejemos el hipotético informe del extraterrestre y veamos cómo se puede encarar la deshabituación del vicio de fumar. Hay algunas sustancias que pueden ser útiles como el Acoro (Acorus Calamus). Parece causar desagrado y rechazo al cigarrillo. Se usa la raíz, masticándola cada dos horas. El Orozuz (Glycyrrhiza Astragalina), la Lobelia Inflata, el Plantago Major, la raíz de Genciana, el Crataegus serían de efectos y usos similares. Con Acupuntura y Dígitopuntura se obtienen buenos resultados. Existen varios puntos susceptibles de punzarse o masajearse: 1) (E) mitad lateral derecha e izquierda de la nariz, donde se unen el hueso y el cartílago nasal. 2) (S) el punto de la ansiedad, 20VG, ubicado en la parte alta de la cabeza, donde se juntan la línea media del cráneo con una línea que cruza los ejes del pabellón de las orejas. 3) (E) a 3 dedos sobre el pabellón auricular, en la cara lateral del cráneo. Es un punto útil para toda drogadicción. 4) (E) dos puntas más, situados en la raíz del hóllx de la oreja e inmediatamente detrás. Estos puntos deben ser estimulados durante un minuto varias veces al día.